Las serpientes, culpables del pecado original según la doctrina cristiana, tienen un significado muy distinto en la mitología china, donde aparecen representadas, y veneradas, en numerosas leyendas.
Acuñado por primera vez por el periodista John O'Sullivan en 1845, este concepto atribuye el dominio territorial de Estados Unidos a la voluntad de Dios.
Surgida durante el mandato de John Adams para evitar la victoria de los franceses en la Cuasi-Guerra, esta ley permitía detener y expulsar sin audiencia a cualquier extranjero sospechoso de traición.